A veces no hace falta subirse a un avión para disfrutar descubriendo nuevos lugares. Hay tesoros que están a las puertas de casa y que nos permiten escapar de la rutina cualquier día festivo, puente o fin de semana.
Muchas veces pecamos de lanzarnos a lo lejano sin haber conocido lo que tenemos delante, esos sitios que merecen mucho la pena y para cuya visita no se necesita de planificar con antelación. Basta con subirse al coche o con mirar los horarios del transporte público para salir de la Villa y disfrutar de una experiencia nueva. Aquí van 11 excursiones de un solo día que debes hacer si vives en Bilbao o alrededores.
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Santuario de Aránzazu
No hace falta viajar a la Tierra Media de El Señor de Los Anillos para ver un escenario como este. De hecho está en Oñate (Gipuzkoa) y es el Santuario de Aránzazu, lugar en el que se venera a la virgen de nombre homónimo. La famosa basílica construida en 1950 está situada en la entrada del Parque Natural de Aizkorri, siendo esta una obra arquitectónica de gran valor.
En el mismo edificio de este peculiar santuario se puede apreciar, además, la obra «Los apóstoles» del famoso escultor Jorge Oteiza. Una vez visitado se puede bajar al pueblo y acercarse a alguno de los atractivos que encontraremos allí, como la primera Universidad de Euskadi o la Iglesia de San Miguel.
Urdaibai: Bermeo, Mundaka y Elantxobe
Visitar esta Reserva de la Biosfera es una de las mejores opciones que tienes si el tiempo acompaña. La naturaleza que se puede vislumbrar en esta parte de la geografía de Bizkaia es algo único. Dentro de Urdaibai encontramos diferentes municipios, pero destacaremos Bermeo, Mundaka y Elantxobe.
San Juan de Gaztelugatxe puede ser una parada en este viaje, pero Bermeo guarda mucho más que eso. Mundaka y Elantxobe son otras 2 localidades costeras que se deben visitar, siendo la primera famosa por el surf y la segunda por ser de cuesta además de costa. ¡Madre mía con la pendiente que maneja esta localidad!
Donostia
La capital Gipuzkoana, cuna del pijerío y de los precios desorbitados. Bromas aparte, la verdad es que Donostia es una de las ciudades más bonitas que podemos encontrar en toda la península, y por suerte, la tenemos a poco más de una hora.
Pasear por la concha, visitar alguna exposición de la Tabakalera o el Kursaal, subir a Igueldo y vivir un viaje en el tiempo con su parque de atracciones, o ir a Ulia y disfrutar de unas maravillosas vistas. Estas son algunas de las cosas que, junto a una buena ruta de pintxos, hacen de Donostia una buena opción.
Comarca del Bidasoa (Hondarribia-Hendaya-Irún)
Si no conoces esta parte de Euskadi debes invertir al menos 1 día de tu vida en visitar la Comarca del Bidasoa, y en especial, Hondarribia. Este pequeño pueblo pesquero que se sitúa a las faldas del monte Jaizkibel tiene una esencia especial. Sus tradicionales casas de colores en las que predomina la madera y la piedra, su parte vieja o su gastronomía harán que te enamores.
Hendaya es otra de las grandes olvidadas. Este pueblo vascofrancés tiene una de las mejores playas de nuestra costa, y su pequeño pueblo te hará adentrarte en una Francia llena de esencia euskalduna. Irún por su parte será, seguramente, la menos atractiva de estas 3, pero en los últimos años ha mejorado mucho y ofrece el Museo Romano Oiasso que es digno de mención.
Zarautz, Zumaia y Getaria
Después de San Juan de Gaztelugatxe, llega el Flysch de Zumaia en lo que podría ser un tour de localizaciones de Juego de Tronos, pero no. Esta parte de la costa gipuzkoana merece ser visitada, y si además hablamos de Zumaia, Zarautz y Getaria más todavía.
Zumaia es un pequeño pueblo de Gipuzkoa con un bonito casco viejo y 2 playas que le dan un atractivo especial a esta localidad costera. Sin embargo, es conocida por 2 lugares que encontraremos a las afueras del pueblo, el Flysch que tan famoso ha hecho Juego de Tronos, y la Ermita de San Telmo que salía en Ocho Apellidos Vascos.
Zarautz por su parte es lugar de peregrinaje en verano, siendo la segunda vivienda de mucha gente de interior. Esto se debe a su playa y al gran ambiente que se vive en esta época del año, por lo que si la visitas en estas fechas, mejor. A menos de cinco minutos de esta localidad encontramos Getaria, un pueblo pesquero con muchísimo encanto y donde sin duda será el lugar en el que se deberá saciar el apetito en esta excursión. Getaria tiene varios restaurantes muy buenos en los que podrás disfrutar del mejor producto del mar. ¿El mejor? Elkano, sin duda, pero si vas aquí prepara para soltar unos cuantos billetes porque este manjar hecho a la parrilla se paga, y bien.
Gasteiz
Estaría feo hablar de Donostia y dejar a un lado Gasteiz como destino para pasar el día, más aún si tenemos en cuenta que la capital de Araba está a menos de una hora de distancia. Dar un paseo por el centro y cruzar la Plaza España o la Plaza de la Virgen Blanca, ver la Catedral de Santa María o visitar el Artium son algunas de las cosas que podemos hacer en Gasteiz. Si a esto le sumamos una buena gastronomía Gasteiz se convierte en una muy buena y cercana opción para salir un poco de los lugares de siempre y disfrutar cerca de casa.
Balmaseda y el Salto del Nervión
Balmaseda es una perfecta mezcla entre estilo medieval y moderno, siendo uno de los pueblos más reseñables de la Comarca de Las Encartaciones. El casco histórico y su puente principal te harán adentrarte en la historia y la naturaleza de este pequeño pueblo vizcaíno, haciéndote descubrir esa esencia que desprende.
Además de visitar Las Encartaciones, en esta excursión nos quedará tiempo de ir a otro punto geográfico marcado también por su naturaleza. Antes de volver a Bilbao podrás pasar a ver el espectacular Salto del Nervión, la catarata más alta de toda la península. Situada a una hora de Balmaseda, presenciar este torrente de agua descendiendo es algo espectacular. Sin embargo, es importante remarcar que no siempre se puede disfrutar de ello, ya que esto dependerá de la cantidad de agua que haya en ese momento. Debido a ello, visitar el Salto del Nervión en primavera u otoño quizás sea mejor opción que hacerlo en verano, pero quién sabe, esto es Euskadi y la lluvia es el pan de (casi) cada día.
Gernika
Aunque pertenezca también al área natural de Urdaibai, Gernika merece invertir más tiempo en sus calles. Este pueblo lleno de historia es una visita obligada para cualquier persona que se encuentre en la geografía vasca, y más aún si estas en Bilbao.
Visitar dos de los símbolos más característicos de la historia vasca, como el famoso árbol de Gernika y la Casa de Juntas, te harán adentrarte en su historia. Además podrás ver a tamaño real una réplica del famoso «Guernica» de Picasso, visitar el Parque de los Pueblos de Europa, ir al Museo de la Paz o ver el tradicional mercado que se hace todos los lunes en sus calles.
Puentedey
Se trata del nuevo pueblo más bonito de España. Una pequeña localidad de 50 habitantes situada en la comarca burgalesa de Las Merindades (Castilla y León), o lo que es lo mismo, a tan solo 92 kilómetros de Bilbao. Un puente de piedra natural creado por el río Nela es el suelo sobre el que se creó este pueblo medieval. Un esplendido escenario que, junto a la iglesia románica de San Pelayo, son dos de las joyas que más llaman la atención a las persona que visitan Puentedey, y no es para menos.
Nacedero del Urederra
Pocas veces el nombre de un lugar ha descrito tan bien y claramente lo que encontraremos en él. Urederra significa «agua preciosa» en euskera, y en el Parque Natural de Urbasa-Andía eso es precisamente lo que encontraremos: un paraíso de la naturaleza con aguas de color turquesa.
En el nacedero del Urederra, declarado Reserva Natural en 1987, encontrarás un espectacular camino de pozas y cascadas cristalinas en pleno corazón de un bosque. Sin embargo, y con la intención de mantener y prolongar en el tiempo este atípico y asombroso enclave, el límite de afluencia está fijado en 500 personas al día.
Frías, la ciudad más pequeña de España
Entre nuestras fronteras y las de Castilla y León, aproximadamente a una hora y media de distancia, se encuentra la ciudad más pequeña de España: Frías. Se trata de una pequeña localidad burgalesa, en cuyas márgenes viven poco más de 250 habitantes.
Pero cuidado, no te dejes llevar por su tamaño. Aunque pequeña, esta ciudad tiene muchísimos encantos que te acabarán atrapando. Desde un castillo medieval en lo alto de una colina hasta un complejo arquitectónico que recuerda a las casas colgantes de Cuenca.
Si quieres conocer todos sus atractivos no te pierdas este artículo en el que te lo contamos con todos los detalles.
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