Pocas veces el nombre de un lugar ha descrito tan bien y claramente lo que encontraremos en él. Urederra en euskera significa «agua preciosa» y eso es precisamente lo que hace único el Parque Natural de Urbasa-Andía, un paraíso de la naturaleza con aguas de color turquesa.
En el nacedero del Urederra, declarado Reserva Natural en 1987, puedes recorrer un espectacular camino de pozas y cascadas cristalinas. Un enclave idílico en pleno corazón de un bosque que, aunque parezca sacado de un cuento de hadas, está situado en Navarra, a menos de 2 horas en coche de Bilbao.
Sus aguas deben el color que las caracteriza a un acuífero que descansa en el macizo kárstico del Parque Natural Urbasa-Andía. Antes de llegar al nacedero de Urederra, el agua se filtra por las rocas y adopta las tonalidades que hacen honor a su nombre. Se trata de un espectáculo que se multiplica por dos en otoño, cuando el azul turquesa contrasta con los tonos cálidos y rojizos de los mantos de hojas que cubren el paraje al caer.
Una ruta para unos pocos privilegiados
Con la intención de mantener y prolongar en el tiempo este atípico y asombroso enclave, son varias las restricciones que tratan de proteger el ecosistema del nacedero del Urederra. Es por ello, precisamente, por lo que el baño en las pozas está prohibido y el límite de afluencia está fijado en 500 personas al día. Además, aunque la visita es completamente gratuita, para adentrarse en este paraíso es preciso realizar una reserva en la página web provista para ello.
Una vez realizada la reserva, la ruta que permite recorrer este paisaje mágico tiene su pistoletazo de salida en el pueblo de Baquedano, en un aparcamiento habilitado para las visitas. Tras dejar el vehículo en este espacio, previo pago de 4,5€, se inicia un cómodo y sencillo recorrido de 8km de distancia. Los colores adquieren otro nivel de intensidad en este espectacular camino de cascadas, pozas y vegetación.
Al igual que sucede con este tipo de enclaves, las mejores épocas para visitarlo son el otoño o la primavera. No obstante, los tonos rojizos y el mayor cauce propios de estas épocas son solo un añadido, porque este paraje es merecedor de visita en cualquier época del año. Despeja tu fin de semana y visita este pedacito de cuento de hadas que tenemos en Euskal Herria y a menos de 2 horas de casa.