El funicular de Artxanda, uno de los imprescindibles de la Villa, está cerca de vivir una transformación. Será el año que viene cuando el Ayuntamiento de Bilbao acometa una renovación integral de la que ayer, día 20 de septiembre, se dieron a conocer todos los detalles.
Más allá de retoques puntuales, será la primera renovación total a la que se someta el funicular desde que inició sus servicios en 1915. El aspecto más destacado de esta es que permitirá dar cabida a un mayor número de usuarios, pero además de en los vagones también se actuará en la plaza de Castaños y en la estación superior.
Todas las acciones estarán enmarcadas en el programa de ayudas europeas de los fondos Next Generation, de los que deriva el presupuesto de 1,7 millones de euros que hará posible la reforma.
Más plazas para más usuarios
El área de Movilidad y Sostenibilidad a licitación dos concursos públicos respecto a la reforma del funicular el pasado mes de agosto. De esos primeros contratos de asistencia técnica emanará el nuevo diseño de los coches del funicular, que verán ampliada su capacidad. Se valora que esta, actualmente de 70 ocupantes, pueda aumentar hasta las 120 plazas. Se hará con un coche más largo, ya la posibilidad de ensancharlo se descartó porque no se puede ampliar el ancho de vía.
La medida responde al aumento progresivo de las cifras de visitantes. Tal y como recoge el diario DEIA, según fuentes consistoriales el funicular tiene una afluencia de más de un millón de pasajeros al año. El crecimiento exponencial de su uso, superior al 10%, responde a la explotación actual de su atractivo turístico frente a su anterior concepción como servicio para el público local.
Ello se ha materializado también en la frecuencia de los viajes, que ahora se realizan prácticamente a demanda, en función de los usuarios que se congreguen. La reforma del funicular, además, se complementará con la reducción del uso de coches en la zona de Artxanda. El pulmón de la villa aspira a convertirse en un ejemplo de turismo sostenible y, de hecho, la reforma del funicular forma parte de los Proyectos de Sostenibilidad Turística en destinos.
A ambos hechos, el aumento de usuarios y la apuesta por la sostenibilidad, se le suma la necesidad de modernización de los coches, que cumplirán 40 años próximamente. Estos serán más cómodos gracias a la reforma, tras la que contarán también con aire acondicionado.
La reforma de las instalaciones
Además de la renovación del funicular propiamente dicho, también se reformará el edificio de la estación de Artxanda, la más alta del recorrido del transporte por cable. Esta será dotada de paneles solares que permitirán su transición en un medio de transporte autosostenible y eficiente en términos energéticos.
Otra de las instalaciones que cambiará por completo será la estación inferior del funicular. Renovará su estética con la instalación de un jardín vertical que ascenderá desde la plaza de Castaños hasta Matiko. Una acción paisajística que, de acuerdo con fuentes consistoriales, pretende mejorar la calidad del aire y sumarse al aumento de ejes verdes en Bilbao.