Como ya viene ocurriendo en muchas ciudades del estado, los patinetes eléctricos cada vez cuentan con más vetos para acceder al transporte público. Este jueves, 1 de febrero, llega el turno de los autobuses de Bilbobus y Bizkaibus.
Tras el boom que estos dispositivos han tenido en los últimos años, en los que cada vez hemos visto a más y más personas haciendo uso de ellos por las calles de nuestra ciudad, es ahora cuando parece que su uso empieza a regularse y, por lo pronto, a partir de este mes su acceso al transporte público de la ciudad parece estar absolutamente restringido.
Esta medida no afectará ni a los vehículos para personas con movilidad reducida ni a las bicicletas eléctricas, según ha informado la Diputación de Bizkaia. El motivo por la que ambas instituciones han decidido adoptar esta medida es por razones de seguridad, dado que consideran que la introducción de estos dispositivos eléctricos supone un riesgo para usuarios y para los propios vehículos.
Además, según ha indicado también la diputación, el uso de estos patinetes podría contravenir el Manual de Servicios, que prohíbe expresamente «la introducción en los vehículos de materias explosivas, inflamables, corrosivas, radioactivas, venenosas, tóxicas o contaminantes».
Tal y como ha anunciado el Ayuntamiento de Bilbao, la medida de Bilbobus tendrá una duración de carácter indefinido. Por su parte, la Diputación Foral ha señalado que la medida aplicada a Bizkaibus viene motivada por «las diversas incidencias ocurridas en los últimos meses en otros sistemas de transporte público que han provocado diversas afecciones en la prestación de los servicios de transporte».
De esta forma, tanto Bilbobus como Bizkaibus se unen a otros transportes del territorio que ya han adoptado esta medida, como son el Funicular de Artxanda, el tranvía, Renfe, Euskotren o Metro Bilbao, así como a empresas de transporte de otros territorios como Metro Madrid, EMT e interurbanos de Madrid o EMT de Palma.