Bilbao aspira a convertirse en una ciudad más sostenible en términos de movilidad y alcanzar esa meta pasa por la mejora de su red ciclista, considerada por la OCU como una de las peores de España. Ese es uno de los objetivos que pretende alcanzar la futura reforma de la avenida Zumalakarregi, presentada por el Consistorio este lunes, día 19, con motivo de la Semana Europea de la Movilidad (SEM 2022).
El tramo de bajada de la avenida comprendido entre la plaza Músico Guridi y la rotonda de San Agustín vivirá una transformación cuyos trabajos comenzarán en septiembre del próximo año 2023. Zumalakarregi se despedirá de uno de los dos carriles de bajada actuales para dar cabida a un bidegorri bidireccional. No obstante, se mantendrán ambos carriles de subida.
Más allá de la incorporación de este nuevo carril bici, se llevarán a cabo otras acciones en la avenida Zumalakarregi para las que se cuenta con un presupuesto conjunto de 2,5 millones de euros. Con la movilidad de los peatones en mente, se crearán dos pasos peatonales: uno a la altura del tanatorio y otro donde la salida del Metro. También se mejorará la semaforización, las redes de saneamiento y abastecimiento, la señalización, el alumbrado y el asfaltado.
Un bidegorri para unir las zonas alta y baja
Tras la primera fase, un total de 660 metros de carril bici se incorporarán a los más de 23.424 mil que ya recorren las vías segregadas para ciclistas existentes, 60.680 si se tienen en cuenta también las compartidas. En lo que respecta a la segunda fase de la reforma de Zumalakarregi, su objetivo es aumentar ese mismo bidegorri para dotar a la red ciclista bilbaína de una nueva llegada al Ayuntamiento desde el parque Etxebarria.
Se terminará con este segundo tramo una nueva conexión ciclista segura entre las partes alta y baja de la Villa. Estas quedarán conectadas por los dos bidegorris que discurren a ambos lados de la Ría: uno en dirección Basurto-Rekalde y el otro hacia Deusto-San Ignacio. Además, la pretensión en el futuro es que estos se extiendan hasta quedar conectados con Getxo y Barakaldo, respectivamente.
Esta es solo una de las muchas mejoras e incorporaciones que le esperan a la red ciclista de Bilbao. Entre ellas destaca también la pretensión de unir a medio plazo los barrios de Miribilla e Irala a través del parque Eskurtze, un proyecto que está ya avanzado. Además, en la actualidad está en elaboración el proyecto de otro nuevo bidegorri entre Maurice Ravel y el puente La Salve.
A través de todas estas acciones se dará servicio a una cifra cada vez más alta de ciclistas. En 2021 se registraron un total de 2,3 millones de pasos de ciclistas y en agosto de este año ya se habían alcanzado los 1,4 millones. Además, Bilbobizi, el servicio de préstamo de bicicletas, cuenta con más de 17.000 usuarios.