En la calle Bailén, y al lado de la famosa Estación de La Concordia, encontramos un edificio de oficinas de 43 metros de altura. Podría tratarse de una torre más dentro de una capital, sin embargo, estamos ante el primer rascacielos de la Villa: el Edificio Bailén.
Inspirado en la arquitectura en altura de Chicago del siglo XIX, su construcción en 1946 supuso un elemento de comunicación entre el Casco Viejo y el Ensanche a través del atrio de la Estación de la Concordia.
Su espectacular ubicación sobre la margen izquierda de la ría, le otorga una vista única tanto del Casco Viejo, como de todo Bilbao. Disfrutar de los 13 pisos de los que goza el edificio y de sus vistas está a nuestro alcance, sí, y es gracias a las jornadas de Open House Bilbao.
Estilo Racionalista
Si nos fijamos en su fachada, el designado como primer rascacielos de Bilbao refleja una raíces de estilo racionalista, una tendencia que estuvo muy presente en la Villa en el segundo tercio del siglo XX.
Esta corriente trazaba una arquitectura funcional, basada en líneas y formas geométricas sencillas y materiales de orden industrial. Es por ello, precisamente, por lo que la Torre Bailén renuncia a cualquier tipo de decoración o elemento que este estilo considera de carácter secundario.
En el año 2013, y tras 67 desde su inauguración, el Edificio Bailén fue rehabilitado recobrando así la imagen y elegancia constructiva de su época original.
A la sombra del mayor rascacielos
Los 43 metros de altura de los que goza el Edificio Bailén supusieron la llegada del primer rascacielos a Bilbao. Hoy, sin embargo, este queda en un segundo plano si lo comparamos con el techo de la ciudad: la Torre Iberdrola.
No en vano, los 165 metros de altura de este gigante no solo convierten a la famosa torre en la más alta de la Villa, sino que la colocan en el top 10 de edificios más altos de todo el país.
Foto de portada: Fred Romero / Wikimedia Commons