Al lado del puente del Arenal, frente al Teatro Arriaga y en paralelo a la ría, ahí se sitúa nuestro protagonista. Un edificio bajo, de estilo modernista, y con una cristalera que llama la atención. Es La Concordia, uno de los patrimonios de la Belle Époque de Bilbao.
Inaugurada en 1902, la estación fue cabecera de línea del Ferrocarril de Santander a Bilbao, la cual fue una unión de tres antiguos ferrocarriles.
En sus años de vida la estación ha sido objeto de diferentes remodelaciones que han alterado, en parte, su apariencia original. A día de hoy, sin embargo, aún se puede ver la leyenda “FC de Santander a Bilbao” que luce en lo alto de su entrada, junto al reloj.
En la actualidad la Estación de La Concordia sigue en funcionamiento dentro de la red de cercanías y media distancia, pero, ¿por qué ese nombre? ¿A qué se debe?
El origen: una reunión
En 1857 se creó la compañía del Ferrocarril Tudela-Bilbao, la cual aunó el capital de un gran número de familias bilbaínas. Al cabo de unos años, la compañía suspendió pagos, y esto causó una gran tensión que tuvo que ser solucionada mediante una reunión.
En recuerdo a esa «concordia», los terrenos adjuntos tomaron de forma popular ese nombre, y en ese mismo lugar se ubicaría años después la estación. De ahí que su nombre sea La Concordia, en honor al lugar en el que se ubicó, y a su vez, a esa reunión.
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