Una cafetería puede ser simplemente un lugar en el que poner en pausa la rutina y disfrutar de una bebida antes de retomarla. No obstante, algunos establecimientos ofrecen experiencias que van más allá de la mera intención de servir un buen café (aunque nadie ha dicho que sea tarea fácil encontrarlo).
Esa fue la premisa que empujó a la argentina Sabrina Escobar a abrir en el barrio bilbaíno de Zorrozaurre el que es ya el primer ‘ceramicafé’ de Euskadi. Una vez asentada tras su llegada a Mungia desde su tierra natal hace cuatro años, se decidió a abrir un local en el que poder compartir con la gente de Bilbao su pasión por la cerámica.
Con esa ilusión nació La Martina Pottery, que vio la luz el pasado mes de septiembre en el número 53 de Ribera de Deusto. Más que una cafetería al uso, su pretensión es ser un espacio en el que clientes de todas las edades puedan dar rienda suelta a su creatividad. Su funcionamiento es tan simple como revolucionario. Entras, escoges la pieza de cerámica que más te guste y te aventuras a pintarla.
Pintar y dejarse llevar
Tal y como aclaró la propia Sabrina en el reportaje que le dedicó El Correo a su ‘ceramicafé’, “si solo quieres tomarte una bebida, tienes a nuestros vecinos, que son maravillosos”. Porque La Martina Pottery es mucho más que eso, es un lugar en el que relajarse y dejarse llevar a través del arte de la cerámica, sin tiempos ni presiones.
Una vez atraviesas sus puertas el reloj se para y tienes todo tipo de opciones entre las que elegir una para decorar. Desde tazas y vasos hasta platos, cuencos y jarras. Dependiendo del tipo de pieza el coste puede oscilar entre los 10€ y los 35€, pero en el precio está todo incluido, también el café y el bollo con el que puedes deleitarte mientras estás manos a la obra.
Otro de los encantos del ‘ceramicafé’ es el recuerdo. El cliente deja su pieza de cerámica recién pintada y puede recogerla al cabo de una semana, esmaltada, horneada y lista para usarse.
Pero el objetivo no es la perfección, solo el disfrute, así que aunque no tengas experiencia o lo tuyo no sea el arte también puede ser tu sitio. Siempre puedes dejarte guiar por Sabrina o inspirarte en su catálogo y explorar tu lado más creativo. Y quién sabe, si descubres un talento que no sabías que tenías siempre puedes inscribirte en uno de los talleres de iniciación a la cerámica que también ofrece.