El Casco Viejo de Bilbao es sinónimo de historia, leyendas y también secretos. Las Siete Calles esconden lugares y detalles únicos que pasamos sin darnos cuenta, y uno de ellos se llama Epelde & Mardaras, un espacio en el que convergen al mismo tiempo una galería de arte, un restaurante y una casa.
El tercero izquierda del número 10 de la calle Jardines es, sin miedo a equivocarnos, el restaurante o la galería de arte más atípica de Bilbao. Porque aquí, en la casa de Emilia Epelde, el mundo gastronómico y el artístico van de la mano y viven en completa armonía.
Las cinco estancias de las que dispone esta espectacular vivienda hacen las veces de comedores privados. Cada uno de los espacios está guardado exclusivamente para un solo grupo, y en ellos se ofrece una experiencia gastronómica de 55 euros por persona que solo se sirve bajo reserva previa.
El menú es cosa de Emilia, pero la tradición y la calidad del producto son las claras protagonistas. La materia prima es seleccionada diariamente, y a escasos metros, en uno de los mejores lugares para ello: el mercado de La Ribera.
El origen de Epelde & Mardaras
La gastronomía siempre ha acompañado al arte en Epelde & Mardaras, pero durante años lo hacía como complemento a las exposiciones, no como actividad principal del espacio. La crisis de 2009 y el creciente número de adeptos a la cocina de Emilia hicieron, sin embargo, que la galería tomase un nuevo rumbo.
Epelde & Mardaras realizó un pequeño cambio y comenzó a convertirse en lo que es a día de hoy: un restaurante dentro de una galería. La gastronomía ganó protagonismo en un espacio que, a pesar de ello, sigue destacando por su espectacular despliegue artístico.
Para poder adentrarte en esta galería de arte y disfrutar de una experiencia única es necesario llamar con antelación, porque al igual que sucede en otros hogares, en la casa de Emilia también es necesario avisar antes de ir a comer.