San Blas en Bilbao: una tradición de cordones y dulces
Este 3 de febrero, sin embargo, los cordones no podrán ser bendecidos
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Este 3 de febrero, sin embargo, los cordones no podrán ser bendecidos
«Por San Blas, la cigüeña verás». O al menos eso es lo que nos cuenta este clásico refrán de cara al día 3 de febrero. Por segundo año consecutivo, y debido a la pandemia, esta arraigada festividad se volverá a vivir de un modo diferente en Bizkaia, y es que los tradicionales cordones tampoco acudirán este 3 de febrero a su cita de ser bendecidos en la Iglesia de San Nicolás.
Lo que sí que habrá, sin embargo, serán cordones previamente bendecidos en el interior de la mencionada iglesia. En este mismo punto, pero en el exterior, también se ubicarán 18 puestos de venta de dulces típicos como rosquillas o caramelos y también cordones.
El origen de esta tradición reside en Blas de Sebaste, un médico y obispo de origen armenio al que se le atribuyó la curación milagrosa de, entre otros, un niño que se ahogaba tras clavarse en la garganta una espina de pescado.
Debido a ello, cuenta la tradición que para protegerse de enfermedades respiratorias deberemos llevar en el cuello, y durante nueve días, un cordón bendecido en San Blas. Periodo tras el cual debe ser quemado si lo que se busca es que dicho amuleto funcione.
No juzgaremos la credibilidad de la historia, pero atendiendo a los cientos de personas que cada 3 de febrero acuden a la iglesia de San Nicolás de Bilbao a bendecir estos cordones, parece ser verídica.
Además de los cordones, los dulces con anís son los otros protagonistas de San Blas. El 3 de febrero es su día, y esto es totalmente visible tanto en las calles como en las diferentes pastelerías de la Villa.
Tortas de San Blas, Rosquillas de anís, Macarrones o caramelos de Malvavisco. Estos son algunos de los clásicos dulces que no fallan a su cita ni en un atípico San Blas como el de hoy.
Así que ya sabes, ante otro atípico 3 de febrero solo te queda pasear por los alrededores de El Arenal, hacer acopio de dulces y disfrutar de San Blas de la única manera posible: comiendo.
Foto de portada: www.shutterstock.com