Utilizar la naturaleza como medio para plasmar una obra de arte hace que esta sea inevitablemente efímera. Fue precisamente ese presagio el que se vio abocado a sufrir el Bosque de Oma hace un par de años.
Después de varias décadas siendo objeto de incontables miradas curiosas, los pinos que integraban la composición de Agustín Ibarrola fueron víctima de una enfermedad causada por hongos y por su vejez. En 2020 la Diputación tuvo que cerrar el famoso enclave e iniciar el proyecto de búsqueda de un nuevo emplazamiento para la obra.
El elegido fue un pinar de Urdaibai, próximo al lugar que ocupaba previamente en el Valle de Oma. La elección de esta ubicación fue el resultado de un largo estudio de hasta 27 posibilidades, en el que se analizó su orografía y la distribución de los árboles con el objetivo de respetar en la medida de lo posible la obra original.
El traslado comenzó de la pieza de Ibarrola comenzó a finales del año pasado, cuando comenzó la primera fase de los trabajos de pintura. Ahora, iniciada ya la segunda fase de la reproducción, acaba de confirmarse que el nuevo Bosque de Oma estará abierto al público desde el próximo mes de octubre.
El proceso de traslado
El hijo de Agustín Ibarrola ha estado implicado desde el primer momento en el proceso de traslado del Bosque de Oma a Basobarri, en el que también colaboran restauradores, expertos forestales y artistas. Este se inició en julio del año pasado. De hecho, las primeras visitas a este nuevo mágico emplazamiento tuvieron lugar a finales ese mismo mes y se prolongaron hasta septiembre.
Si bien en un primer momento se estimaba que los trabajos de pintura concluirían completamente este verano, pero finalmente se han retrasado. No obstante, aunque habrá que esperar al próximo octubre para volver a ver la creación en su máximo esplendor, se podrán realizar visitas guiadas antes de la fecha de inauguración.
A través de estas, algunos afortunados podrán presenciar el proceso de pintado. Estas visitas requerirán de reserva previa, que debe solicitarse llamando al teléfono 944 65 16 57.
El nuevo Bosque de Oma
Dadas las características de su nuevo emplazamiento, de 13 hectáreas, esta versión renovada de la emblemática obra presentará varias diferencias con respecto a la original. Serán 300 pinos más los que estarán integrados en esta novedosa composición, sumando un total de 800.
Tras una primera fase en la que se pintaron 14 conjuntos, ahora se está procediendo con los 19 restantes. El nuevo Bosque de Oma tendrá, por lo tanto, menos conjuntos que su predecesor, pero con más árboles pintados.
Para su transformación en piezas de arte, sobre los pinos se está utilizando el mismo tipo de pintura inocua que utilizó Ibarrola cuando desarrolló la obra en los años 80.