Convertido en emblema de la villa, el Museo Guggenheim es el epicentro bilbaíno de la cultura. La espectacularidad tanto de sus propias instalaciones como del entorno que lo rodea contribuyen a crear un núcleo artístico incomparable.
Ahora, al resto de piezas de arte desplegadas por las inmediaciones del museo, algunas tan icónicas como Puppy o Mamá, se sumará una nueva. Un nuevo proyecto artístico de carácter permanente se instalará en el tramo de la calle Iparraguirre que discurre entre la plaza San José y el Guggenheim, que recientemente ganó espacio peatonal.
Tras una cuenta atrás de cuatro meses de obras que se inician mañana, día 31 de mayo, esta vía bilbaína quedará iluminada y convertida en obra a partir del mes de septiembre. La novedosa instalación se compondrá de numerosos elementos lumínicos originales y se dividirá en siete puntos diferenciados.
Una obra de Olafur Eliasson
El diseño de esta nueva obra de arte en la calle ha corrido a cargo de Olafur Eliasson, que ha ideado todos los elementos a medida para este espacio de la ciudad. Este artista islandés-danés ya colaboró con el Museo Guggenheim en el pasado en forma de una muestra temporal de algunas de sus obras.
En esta ocasión, su intervención en la villa resulta del convenio de colaboración firmado por el Ayuntamiento y la Fundación Guggenheim Bilbao en agosto de 2020. A través de este, ambas instituciones se comprometieron a fomentar la presencia del arte en el espacio público con acciones como la que comenzará a llevarse a cabo esta semana, puntos de encuentro entre el museo y el resto de la ciudad.
Alumno de la Real Academia Danesa de Bellas Artes, Olafur Eliasson cuenta con un estudio y un equipo de más de un centenar de personas en Berlín. Una de sus especialidades es la integración de la luz en sus proyectos artísticos, que ha desarrollado en lugares de todo el mundo.