Bilbao no solo está custodiada por leones que juegan en San Mamés, sino que desde hace 24 años vive en la Villa uno de los perros más famosos de todo el mundo. Tiene 12 metros de altura, pesa casi 16 toneladas, está formado por 38.000 plantas y vive en el exterior del Guggenheim. Así es Puppy, el guardián de Bilbao.
La obra, creada por el artista neoyorquino Jeff Koons, llegó a Bilbao junto al Museo Guggenheim, allá por 1997. Sin embargo, como si de una adopción se tratase, Puppy llegó desde Sidney con 5 años de vida, cuando la fundación decidió hacerse con él para ponerlo en el mismo lugar en el que se encuentra a día de hoy.
Desde ese momento, y a pesar de la lluvia que nos caracteriza, Puppy se ha mantenido inamovible y dando la bienvenida tanto a turistas, como a la ciudadanía bilbaína. El único elemento que ha ido cambiando a lo largo de estos años es su pelaje, el cual se adapta al tiempo y cambia dos veces al año.
38.000 flores inamovibles
Los más de 12 metros de altura de este West Highland terrier gigante están formados por 38.000 plantas, las cuales cambian cada seis meses para adaptarse a la época del año. De este modo, Puppy tiene un pelaje para la temporada de otoño-invierno, y otro diferente para la de primavera-verano.
En ambos casos estas 38.000 flores siguen un patrón inamovible, un diseño minuciosamente creado por el mismo Jeff Koons. Cualquier tipo de cambio en la composición o las plantas debe recibir el visto bueno del artista, por lo que podríamos decir que el neoyorquino aún ejerce de padre sobre un perro de casi 30 años de edad.
¿Y qué hay tras esas flores?¿Guarda Puppy un interior? Pues sí, tras esa fachada se esconde un esqueleto de acero inoxidable y un sistema de bombeo y dosificación de abonos que, en función de las condiciones climatológicas, se va modificando y adaptando para mantener la obra siempre en óptimas condiciones.
Campaña para restaurar a Puppy
Atraer y suscitar optimismo
Esa es su finalidad, la de atraer, suscitar optimismo e infundir, en palabras del propio Jeff Koons, «confianza y seguridad». Además de esto, Puppy también fue creado con el objetivo de transmitir que la naturaleza es incontrolable y que fallamos constantemente en ese intento de controlarla.
No en vano, el ejemplo más práctico, real y cercano se encuentra en esta misma obra. El complejo sistema de mantenimiento que tiene Puppy debería hacer que todas las plantas creciesen por igual, pero la naturaleza hace que algunas se descontrolen, crezcan más o lo hagan de un modo diferente.
Símbolo de Bilbao
Puppy es un monumento al sentimentalismo, un sinónimo de alegría, una foto obligada, una obra espectacular. Puppy es todo lo que hemos dicho y más. Es el perro más famoso del mundo, el guardián del Guggenheim, un icono de Bilbao.
Foto de portada: www.shutterstock.com