Durante la época estival las playas se convierten en lugar de peregrinaje para toda persona que desee refrescarse. Euskadi no es una excepción, y aunque cada arenal es diferente, todos los de nuestra costa comparten algo además del agua. Se trata de la galerna, un fenómeno meteorológico que solo se da en Euskadi y que consiste en un giro brusco del viento a oeste/noroeste.
Cualquier persona que frecuente las playas de Bizkaia y Gipuzkoa sabrá que una galerna es capaz de destruir, en cuestión de minutos, lo que parecía un inmejorable día de playa. El aumento de la humedad y el viento, un repentino descenso de las temperaturas y el empeoramiento de la mar son los componentes más comunes de un fenómeno que, en ocasiones, también viene acompañado de lluvias.
Lo cierto es que el verano llega a Euskadi junto a las galernas. Las denominadas «galernas comunes» se dan en días soleados de mucho calor y en los que o no sopla viento, o lo hace de componente sur. ¿Pero por qué sucede esto? ¿Y por qué es un sello de identidad vasco?
El origen de la galerna
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— Euskalmet (@Euskalmet) May 18, 2022
La galerna es, tal y como mencionábamos, un fenómeno meteorológico que se da en la costa debido a un giro brusco del viento. Este llega a nuestras costas desde Asturias, y en su camino hacia Gipuzkoa va intensificándose para, una vez en la costa de Lapurdi, morir completamente.
La razón de su existencia se debe a la cadena montañosa que tiene Euskadi paralela al litoral. Debido a nuestra orografía, ese giro del viento se queda atrapado entre los montes y la costa, formando así un violento cambio meteorológico en nuestras playas.
Este fenómeno se suele dar entre los meses de mayo a septiembre, y aunque en su mayoría no causan escenarios peligrosos, pueden llegar a generar rachas de viento de hasta 120 km/h en un corto espacio de tiempo.
Esta brusquedad en el cambio es, precisamente, la mayor amenaza de las galernas. La situación climatológica puede dar un giro de 180 grados en cuestión de minutos, y por ello se insta a salir del agua, abandonar las playas y retirar todo tipo de sombrillas y demás enseres en caso de que una galerna nos sorprenda en la playa.
Foto de portada: Mikel Santamaria / Flickr