Desde hace ya más de 90 años, Loiu tiene un punto de conexión único con la historia británica, con sus antepasados. En 1929 el Cementerio Británico que anteriormente se situaba en Bilbao pasó a formar parte de esta localidad vizcaína, y junto a él, llegaba también su historia.
Antes de reubicarse aquí, el Cementerio Británico de Bilbao estaba ubicado en la margen izquierda de la ría, en la zona que antiguamente se conocía como «Los Siete Árboles» y que posteriormente hemos conocido como «Campa de los Ingleses».
En 1770 se comenzó a enterrar aquí a los británicos fallecidos en Bilbao que no profesaban la religión cristiana y que, por lo tanto, no podían formar parte de nuestros cementerios. Con el paso de los años, y debido al vandalismo, las inundaciones y el abandono, el camposanto se encontró en un palpable estado de deterioro.
Es por ello que en el año 1860 se decidió que el Cementerio Británico debía ser restaurado, pero con el paso de los años este volvió a su ser. A esto se le sumó la inminente expansión del muelle, la cual hizo del cambio algo inevitable.
De la Campa de los Ingleses a Loiu
En mayo de 1929 el Cementerio Británico de Bilbao cambió de localización, pasando de estar en la actual casa del Guggenheim a Loiu, espacio en el que se encuentra a día de hoy. Un curioso lugar ubicado en pleno Txorierri y donde, a diferencia de nuestros cementerios, predomina la hierba.
Además de los mencionados trabajadores y de más británicos fallecidos en las guerras, en este camposanto se encuentran personas de muchas otros procedencias, tales como Alemania, Francia, Grecia, Irlanda, Noruega, Suecia o Suiza.
Sin duda un curioso rincón que puede ser visitado y que no solo nos transporta a nuestra propia historia, sino a la de muchos otros lugares.
Foto de portada: Andoni Bou / Facebook