La Villa sumará un nuevo pulmón verde tras el soterramiento de la estación de Abando. Un parque central de más de 3,5 hectáreas ocupará en torno a una cuarta parte del nuevo espacio que resultará de la llegada soterrada del Tren de Alta Velocidad (TAV) a Bilbao.
Así lo ha confirmado el Ayuntamiento, que convocó la semana pasada el concurso internacional de ideas para el diseño y ordenanza de este proyecto urbanístico. Este tiene un valor total estimado de alrededor de 338.800 euros y se llevará a cabo en dos fases.
En la primera de ellas, cinco equipos finalistas serán escogidos en base a su experiencia y a otros méritos entre todos los candidatos que se presenten hasta el día 24 de abril. Se les invitará a presentar sus propuestas para que, en la segunda fase, un jurado compuesto por autoridades y expertos elija el proyecto definitivo.
Este valorará las candidaturas en base a su adaptación al espacio disponible, a su viabilidad, su cronograma de trabajo, su integración con la estación de Abando, su urbanización sobre rasante y su complementariedad con el tejido existente. Se estima que el diseño definitivo se hará público en el primer trimestre de 2024,
¿Cómo será el nuevo espacio?
Serán 130.000 los metros cuadrados que quedarán liberados en total cuando finalice la eliminación de la infraestructura ferroviaria y su soterramiento. Están comprendidos entre las calles García Salazar, San Francisco, Bailén y Hurtado de Amezaga y la trinchera de Cantalojas hasta la calle Xenpelar.
Esta explanada, además del parque anteriormente mencionado, albergará también 1.100 viviendas, de las cuales más del 40% serán tasadas o de protección oficial, equipamientos públicos y superficies para la actividad económica.
Cabe destacar, no obstante, que el futuro proyecto deberá tener en consideración e integrar el patrimonio protegido: la bóveda de la estación de Abando, la estación de La Concordia y las fachadas de los antiguos pabellones industriales.
Un espacio para el futuro de Bilbao
El objetivo aprovechar la oportunidad para convertirla en un espacio clave para Bilbao tanto en términos sociales como económicos. Se espera que el proyecto resulte en una mayor cohesión de la ciudad gracias a la eliminación de la barrera física que separa sus dos realidades.
A ello contribuirá el nuevo parque central, ya que ampliará la red de pulmones verdes de la ciudad y dotará a los barrios de la zona de un nuevo espacio libre. A estos beneficios se sumará al de la llegada del propio TAV, cuyo proyecto ya está en proceso de redacción tras su licitación en el pasado mes de febrero.