El primer tren turístico de España se creó en 1983, y en el año 2009 entró en el ranking de los 25 mejores trenes del mundo. Se le conoce como el Transcantábrico, y es una centenaria joya ferroviaria reconvertida en un lujoso hotel rodante que recorre el norte del país.
Sus históricos vagones, originales de los años 20, guardan 14 suites de primera clase que cuentan con salón y baño. Además de esto, su interior también nos ofrece salones llenos de sofisticación y lujo, un trato personalizado y gastronomía de alto nivel.
Desde Donostia hasta Santiago de Compostela con el confort del que disfrutamos hoy en día, y la estética y la elegancia de antaño. Así es es el Transcantábrico, un viaje de 8 días que solo está al alcance de una selecta clientela.
De Euskadi a Galicia
Durante los 8 días de trayecto, y en su camino hasta Santiago de Compostela, el Transcantábrico realiza paradas en varias localidades de las cuatro comunidades autónomas que recorre a su paso.
Santander, Potes, Llanes, Oviedo, Gijón o Ribadeo son algunas de los lugares que se visitan durante un viaje en el que, además de la estancia y la excelente gastronomía, también se incluyen diferentes excursiones y visitas.
Un lujo al alcance de poca gente
Adentrarse en el hotel rodante de 5 estrellas es un lujo que muy pocas personas se pueden permitir. No en vano, viajar durante 8 días en un habitación del Transcantábrico tiene un coste de 5.775 euros para una sola persona. En caso de que se quiera añadir una persona adicional en esa misma habitación, habría que añadir 4.330 euros a la ecuación.
Sin duda una experiencia reservada a los bolsillo más pudientes y que aúna alta gastronomía, trato personalizado, estancia de lujo y turismo por el norte de España a bordo de una joya ferroviaria. Pasajeros, ¡al tren!
Foto de portada: Luxury Train Club / Flickr