La primera autoescuela que ofrece clases de realidad virtual se llama Tawity, y es de Bilbao. La start-up se sitúa en la incubadora de empresas del campus de Deusto, desde donde busca adaptar la autoescuela al siglo XXI mediante tecnología y sostenibilidad.
Tawity destaca, sobre todo, por el simulador de realidad virtual que ofrece al alumnado. Gracias a esta tecnología, el alumnado puede experimentar desde un entorno seguro con situaciones reales que, sin ninguna duda, serán de gran ayuda en ese primer contacto con la conducción.
Miren Arriola e Iñigo Gómez son las 2 personas que están detrás de este innovador proyecto que, además de por la mencionada realidad virtual, destaca por su apuesta ecológica, siendo su flota 100% eléctrica.
Después del carnet, car-sharing
Esta apuesta por la tecnología y el medioambiente no solo ayuda al planeta, sino que desde la autoescuela afirman que mediante esta metodología consiguen que el número de clases prácticas descienda. Un claro win-win tanto para el medioambiente, como para el bolsillo.