Se llama superluna rosa. Y sí, fue super, una maxiluna, pero no fue rosa. ¿Entonces? Lo que parece una estrategia de mercadotecnia en redes sociales no es más que un nombre heredado.
Algunos remontan el apodo de esta luna llena a los nativos de América del Norte. Allí, coincidiendo con la aparición en el cielo de esta superluna, florecen unas flores rosas silvestres, la Phlox subulata. El color de estas flores, que pueden encontrarse en el este y centro del norte del continente, es el que da nombre a esa superluna por aparecer es escena en los primeros estadios de la primavera.
La luna de ayer no fue rosa, eso ya lo vimos, pero sí fue la más grande y brillante que veremos este año por haber sido la más próxima a la órbita terrestre.
La NASA confirma que, aunque la llamada superluna rosa no deba teñirse del color que la nombra, sí puede variar sus tonalidades en función de otros fenómenos. El efecto de color puede derivarse de diferentes fenómenos, como por ejemplo el eclipse solar, que la oscurece, o la presencia de nubes rosáceas o de cualquier otro color en el cielo, que podrían generar el efecto de tizne en nuestro satélite.
Las superlunas, que no necesariamente deben ser rosas ni darse únicamente en esta fecha del año, ocurren cuando el satélite se encuentra dentro del 90 por ciento del perigeo, es decir, su aproximación más cercana a la Tierra. Lo espectacular del fenómeno ha generado a lo largo de la historia grandes mitologías a su alrededor, más propias del folklore que de lo real. Desde las más primitivas, en forma de adoración o temor, hasta las más recientes que achacaban a las superlunas el aumento en el número de partos, o la subida de los índices de criminalidad y las patologías mentales. La relación causa-efecto entre estos fenómenos ha sido desmentida por la ciencia.
La próxima superluna llegará el 7 de mayo, aunque un poco antes, a mediados de abril, podrá verse en el cielo la alineación de Júpiter, Saturno, Marte y la Luna, fenómeno que no volverá a ocurrir hasta dentro de otro par de años, según la NASA. Y no dejes de observar el cielo a mediados de abril para ver una agrupación de Júpiter, Saturno, Marte y la Luna en una hermosa y brillante alineación. Esto no volverá a suceder en un par de años, según la NASA.