Una oferta gastronómica al estilo street-food y una amplia variedad de cervezas, de más de 32 tipos, se combinan en un local consagrado a los años 80. Se trata de Rockade, un proyecto cuyo protagonista es Juan Marchante, decorador bilbaíno dedicado a la restauración que logró materializar un sueño gestado durante el confinamiento: el de un bar que creía que nunca podría abrir.
Fue en noviembre del 2020 cuando el sueño comenzó a tomar forma. El primer bar-restaurante de Rockade abrió en el centro de Bilbao, en la Alameda de Recalde, junto al Guggenheim.
Tras su éxito en la ciudad, se abrió un segundo establecimiento en Madrid, donde se ha convertido también en un local de referencia. El de la capital está ubicado en la calle Almendro, 9, en el corazón de La Latina.
Un viaje a los 80
Es probable que fuese precisamente esa primera concepción casi utópica la que hizo posible que este establecimiento se convirtiera en lo que es ahora. Su diseño está conformado por una mezcla de elementos eclécticos que, aunque a priori no irían de la mano, en conjunto crean un ambiente único.
En un mismo espacio coexisten farolillos chinos, alfombras marroquíes, luces de neón y mobiliario indio, entre otras cosas. Otro de los componentes que hacen atractiva esta experiencia es que Rockade recupera la esencia de las antiguas áreas recreativas. Cuenta con máquinas de arcade, con las que puede jugarse a juegos vintage como el Space Invaders o el Come-Cocos, de pin-ball y con varios sillones de carreras.
La originalidad que lo define también queda patente en su carta, en la que se combina comida callejera de distintos lugares del mundo. Y el viaje a los 80 se completa con la música, que revive los mejores éxitos tanto de esta década como de la de los 90. Grupos como Queen, The Rolling Stones o The Eagles están presentes tanto como banda sonora como en las paredes. Estas últimas, además de portadas de discos, están repletas también de chapas de botella y de pósteres de películas icónicas.