Cualquiera que haya viajado conoce el hormigueo que se siente al llegar por primera vez a un hotel, al dejar la maleta en la puerta de la habitación y adentrarse en la que será nuestra nueva zona de confort al menos por unos días. Y es que, aunque deshacer una maleta en un armario de hotel está lejos de igualarse a lo que produce abrir las cajas de una mudanza, sí hay algo de cierto en que los alojamientos que escogemos durante un viaje acaban despertándonos un poco la sensación de estar en casa.
Al menos ese es el objetivo al que aspiran los mejores hoteles, y también el máximo de calidad que se dedica a constatar Rusticae. La plataforma, que aúna a clientes de hostelería de toda España, certifica establecimientos con encanto, esos que abanderan la hospitalidad auténtica.
De eso van también sus premios anuales, celebrados desde hace ya 8 años. Son un reconocimiento a todos aquellos alojamientos y anfitriones que destacan por su excelencia, y entre ellos hay un hotel de Bizkaia.
En su última edición, que tuvo lugar el pasado mes de enero, un hotel próximo a Etxebarria fue escogido por los seguidores de Rusticae como el mejor hotel de España en 2022. Se trata del Antsotegi Hotela, que recibió el Premio del Público con un 34,69% de los votos. Nosotros te lo presentamos.
Antsotegi Hotela: un alojamiento con encanto
Situado en un valle de la comarca del Lea-Artibai, próximo a la localidad de Etxebarria, gran parte del encanto de este hotel reside en su ubicación privilegiada. Inmerso en un entorno montañoso y próximo a la costa vizcaína, te ofrece lo mejor de ambos mundos.
De hecho, en Antsotegi Hotela ofrecen a sus huéspedes packs con experiencias en la naturaleza. Desde rutas y excursiones a cuevas cercanas hasta la posibilidad de hacer puenting o surf.
Y el propio hotel te ofrece una experiencia igual de auténtica. El edificio que lo alberga fue una antigua ferrería medieval, la segunda de obra mayor más importante de toda Europa. Aunque su construcción data de 1413, funcionó como ferrería entre 1735 y 1850, cuando comenzó a operar como molino de maíz.
Este año cumple 20 años de su apertura como establecimiento de hostelería. Tras atravesar sus puertas encontrarás 15 habitaciones únicas, todas ellas diferentes entre sí. Con paredes de piedra, vigas de madera, chimenea, cuenta con todos los ingredientes que no pueden faltar en un alojamiento rural de premio.