Justo en frente del Mercado de la Ribera dan comienzo unos soportales, y lo hacen bajo un edificio señorial que mezcla el color amarillo con piedra y madera. Es el palacio más antiguo de Bilbao, el Palacio Arana.
A finales del siglo XVI, y debido a las dos inundaciones y a un gran incendio vividos durante este siglo, la Villa sufrió un cambió arquitectónico. Comenzaron a construirse los denominados «palacios urbanos» para la clase alta de la época, y el Palacio Arana es el ejemplo perfecto de ello.
Construido alrededor del año 1590, y de estilo renacentista tardío, tiene un espectacular portón en la calle Belostikale protegido por dos hércules salvajes que dan entrada a un patio interior que organiza todo el palacio.
Ubicación estratégica y de clase alta
La construcción de torres y caserones nobles a la entrada de las Siete Calles y en torno a la ría se debe, por un lado, a una razón defensiva, mientras que por otro demuestra un alto estatus social.
Cada uno de ellos pertenecía a una familia diferente, por lo que además del de la familia Arana en la calle Belostikale, también estaban en Artekale los Martinez de Salinas, en Carnicería Vieja la familia Markina o los Leguizamón en la calle Somera.
Aunque en la época existieron hasta doce construcciones nobles que encabezaban las siete calles, con el paso del tiempo se ha ido perdiendo la gran mayoría de ellas. Nuestro protagonista, sin embargo, sigue en pie y se sitúa como el palacio más antiguo de todo Bilbao, el Palacio Arana.
Foto de portada: Zarateman – Trabajo propio, CC0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=43693459