Es una contradicción, sí, pero los datos y la situación que vive Bilbao enseñan ambas caras de la moneda. Hablamos de una de las ciudades españolas con mayor compromiso medioambiental, pero a su vez, de una de las más contaminantes según un estudio realizado por la Fundación Española del Corazón.
En este estudio, en el que se tienen en cuenta varias fuentes nacionales como el Instituto Nacional de Estadística (INE), o internacionales como el The New England Journal of Medicine, Bilbao aparece como la séptima y la octava ciudad más contaminante de España en los 2 factores analizados.
La contaminación de PM10 Y PM2,5
Esta clasificación se basa en la concentración de estas 2 partículas, PM10 y PM2,5, en el aire de las diferentes ciudades analizadas. Las mencionadas partículas contaminantes son conocidas por ser las más nocivas para la salud, y proceden de los vehículos diésel, de la combustión fósil y del combustible de biomasa. La contaminación que producen puede llegar a los pulmones y al torrente sanguíneo, favoreciendo así la aparición de problemas cardiovasculares, por ejemplo.
En cuanto a la media anual de las partículas PM2,5 y PM10 en el aire, la OMS marca el límite en 10 y 20 microgramos por metro cúbico, respectivamente. Teniendo en cuenta estos varemos, Bilbao se sitúa como la séptima ciudad más contaminante(12,01 microgramos por metro cúbico) de España en lo referente a la partícula PM2,5 por detrás de Barcelona (19,88), Valencia (16,13), Sevilla (14,53), Albacete (12,61), Toledo (12,20) y Valladolid (12,16).
Mientras que en lo que se refiere a la concentración anual de las partículas PM10, se sitúa en octavo lugar (36,18) por detrás de Cáceres (51,47), Badajoz (47,45), Córdoba (44,39), Albacete(40,75), Sevilla (40,23), Jaén (38,64) y Granada (36,68).
Número 1 de España en movilidad sosteneible por Greenpeace
La contradicción llega cuando resulta que Bilbao fue catalogada por Greenpeace como la ciudad con mayor compromiso en movilidad sostenible de España. Este primer puesto se debe a sus áreas peatonales, la oferta de transporte público, la baja contaminación y el ruido, los planes urbanos, los taxis y la transparencia.
Si esta fuese poca contradicción, cabe destacar que Bilbao es la cuarta capital de provincia española en porcentaje de superficie urbana verde y arbolada, y en 2019 fue la ciudad española que más invirtió en transporte público por ciudadano.
De momento Bilbao no dispone de ningún protocolo de movilidad (aunque estuvo encima de la mesa el pasado año) como lo puede tener Madrid con «Madrid Central», pero puede que en un futuro cercano llegue «Bilbao Central». Todo depende de nosotros.
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