No vamos a afirmar ni desmentir que la humanidad fue creada a imagen y semejanza de dios, pero sí podemos asegurar que esta antigua iglesia del siglo XVI es ahora una vivienda creada bajo el gusto y el criterio del diseñador bilbaíno Tas Careaga.
3 años de trabajo
La basílica, que data de 1530, quedó en desuso y fue abandonada a finales de la década de los 70 para, posteriormente, ser puesta en venta por parte de la Diócesis de Bilbao. Es entonces, en el año 2016, cuando nuestro protagonista Tas Careaga compra esta iglesia y se pone, nunca mejor dicho, manos a la obra.
Tras hacerse con lo que se vendía como un «terreno con edificación en ruinas», comenzaría el trabajo para Tas. La rehabilitación de esa abandonada edificación eclesiástica se convirtió, 3 años de después, en una realidad llamada casa.
El propio Tas ha sido quien, con la ayuda del estudio de arquitectura Garmendia Cordero, ha diseñado y dirigido la producción de toda la casa. Un espacio que aúna la estructura de una iglesia de 1530 con las modernidades y el interior de una vivienda de hoy en día.
Gusto y (mucha) dedicación
El cuidado interior de la casa es un claro espejo de las dotes y la creatividad de este joven bilbaíno. Fotógrafo, diseñador gráfico, programador, interiorista… Son muchos los campos de conocimiento que abarca Tas, pero el proyecto refleja una cualidad indispensable para aventuras de este calibre: dedicación, mucha dedicación.
Así es el espacio en el que el curioso binomio de iglesia y vivienda se convierten en realidad. Así es la casa más espectacular y atípica de Bizkaia, la de Tas Careaga.
Fotos: Cas Tareaga