La preocupación por el cambio climático cada vez tiene más protagonismo en nuestras vidas y la llegada este nuevo año es un momento clave para comprometerse al máximo con paliar este problema. Por ello, la capital vizcaína ha decidido tomar cartas en el asunto y modificar una de sus esculturas más emblemáticas -si no la más-.
Esta es el famoso Puppy, la escultura floral de forma canina que lleva desde 1992 instalada a las puertas del icónico museo Guggenheim, la joya de la corona de nuestra ciudad. Puppy representa un cachorro escocés de la raza West Highland White Terrier de 16 toneladas, recubierto con unas 38.000 flores naturales que se reemplazan dos veces al año.
El cuidado y el mantenimiento de estas flores en buenas condiciones ha resultado ser una preocupación para el ayuntamiento de Bilbao, por lo que este año ha optado por sustituir estas plantas con pequeños cactus, que requieren menos cuidados -sobre todo en la temporada estival- y reflejan un mayor compromiso por parte de la ciudad con el cambio climático.
Esta medida ha preocupado a muchos bilbaínos, que temen que la sustitución de las coloridas y características flores de Puppy por cactus espinosos pueda afectar negativamente a la imagen de la ciudad. Es posible que este sea el caso de todos aquellos que hoy 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, se hayan creído esta noticia de broma.