Lekeitio es una de las joyas de nuestra geografía, un imprescindible tanto para turistas como para autóctonos. Este pueblo pesquero tiene un encanto especial, algo que va más allá de la belleza de su basílica o del Casco Histórico, y para ello solo hace falta darse un paseo por sus calles.
Además de esto, cabe destacar que Lekeitio ofrece algo único en todo Euskadi: la posibilidad de visitar su faro. En un enclave natural de lo más espectacular se encuentra el faro de Santa Catalina, el único abierto al público de toda la costa euskalduna.
Visitarlo es todo un lujo, y no solo por las vistas y el paraje en el que se encuentra, sino porque su visita te acercará a la historia de la navegación, a la de nuestros antepasados marineros, los arrantzales.
En el Faro de Santa Catalina se encuentra el centro de interpretación de la tecnología de la navegación, lugar desde el que podrás adentrarte en el pasado, conocer los fundamentos de la navegación y sentir la sensación de los marineros al ver la luz del faro.
Todo un viaje a nuestra historia que te hará comprender técnicas y conceptos de navegación tradicionales con la ayuda de la tecnología más actual. Una experiencia marinera de 1 hora de duración para la cual es necesario reservar mediante su página web.
Tras la visita, la calma en tierra firme
Una vez hayas realizado la inmersión marinera, es momento de disfrutar del entorno del faro y de sus maravillosas vistas.
El exterior de Santa Catalina ofrece espacios para poder disfrutar de una panorámica única de la costa, pero si lo prefieres también puedes sentarte y desconectar mientras te tomas algo. A escasos metros del faro se sitúa un bar que, como podrás imaginar, te sitúa en un asiento en primera línea de mar.
Todo un lujo para cerrar con broche de oro una visita al faro (y a Lekeitio) que es parada obligatoria para toda persona que se encuentre en Bizkaia.
Foto de portada: @koci_03 / @bajomicamara