¿Cómo se formó el planeta Tierra? Genesis, nos lo cuenta (y nos lo hace vivir) con un show inmersivo de luz, color y sonido que podemos ver en el convento de la Encarnación hasta el 4 de octubre. Todavía puedes disfrutar la experiencia haciéndote aquí con tus entradas.
Detrás de Projektil encontramos un equipo multidisciplinar de programadores, diseñadores y artistas visuales, entre otras profesiones, que han unido sus fuerzas para crear una experiencia donde arte y tecnología convergen para que los espacios por los que pasa Genesis se conviertan en lugares vivos.
Una experiencia en movimiento y creada a medida
Gracias a unos proyectores de última generación, el efecto óptico es que las paredes y techos se mueven. Todo ello, unido a la ambientación sonora, hace de Genesis un show singular que muestra los tres primeros días de la creación de la Tierra. El espectador solo debe sentarse o echarse (en uno de los cómodos pufs disponibles), desconectar del ajetreo diario y relajarse para disfrutar del espectáculo.
Con esta mezcla sensorial de imagen y sonido, en Genesis Bilbao seremos testigos de la creación de la luz, el agua, la tierra y las plantas. Cada rincón del Convento de la Encarnación ha sido aprovechado al máximo para mostrar la evolución del planeta, gracias a la medición de espacios que ha hecho Projektil y que no es igual en ninguna de las ciudades que visita este espectáculo: un trabajo de precisión y realizado al milímetro
La Encarnación: un lugar para la magia y el recogimiento
El lugar elegido para su estancia en Bilbao es un espacio inmejorable: el Convento de la Encarnación. Este edificio, que data de principios del siglo XVI, es un bello complejo religioso, ideal para acoger Genesis.
El colectivo Projektil ha aprovechado al máximo la arquitectura de este espacio para convertir un ya de por sí precioso edificio religioso en un emplazamiento vivo donde relajarse, meditar y disfrutar del show inmersivo.
Y es que, más allá de su espectacularidad, los 30 minutos de duración de Genesis Bilbao pueden ser media hora de desconexión total de lo que nos rodea, un espacio ideal para la meditación y el relax, ¿qué mejor que hacerlo en un templo del recogimiento?