El callejero bilbaíno es, en muchas ocasiones, directo y conciso. No hace falta explicar la razón de que al Casco Viejo se le conozca como las Siete Calles ni explicar por qué el puente del Ayuntamiento recibe ese nombre. La lógica aplastante reina, y el paseo de El Arenal recibe este nombre porque, en efecto, este era el lugar en el que la ría depositaba sus arenas.
Lo que hoy en día es un emblemático paseo, en la antigüedad era una amplia zona de arena en la que varaban los barcos pesqueros. Una especie de playa que se extendía desde la orilla derecha de la ría, hasta lo que actualmente es la plaza Unamuno.
Teniendo esto en cuenta, podríamos decir que, durante muchos años, El Arenal hizo las veces del puerto de Bilbao. Una situación que, sin embargo, cambiaría en el siglo XV con la necesidad de ganar terreno al mar y la creación del primer ensanche bilbaíno en 1483.
Primer ensanche de Bilbao
Fue en este mismo lugar donde, mediante la formación de los arrabales de Ascao y San Nicolás, se creó el primer ensanche de Bilbao. Un espacio que, años más tarde, terminaría evolucionando en las actuales calles Correo y Bidebarrieta.
Después de esto, y debido al esparcimiento de Bilbao y el encauzamiento de la ría, el Arenal pasó de ser el puerto a convertirse en lo que conocemos a día de hoy: un bonito y emblemático paseo ubicado en el centro de Bilbao.
Foto de portada: www.bilbao.eus