El galardón de la Unión Europea para Arquitectura Moderna, también denominado Premio Mies van der Rohe, ha revelado la lista de obras que aspiran a llevarse el premio en el año 2024. Se presentan 362 proyectos de 38 naciones diferentes en la competición, y destacablemente, entre las propuestas figura el Centro de día APNABI de Derio, dedicado a jóvenes con trastornos del espectro autista (TEA).
Este reconocimiento se otorga cada dos años, con el fin de «celebrar y premiar la excelencia en el diseño arquitectónico europeo». En 2024, se homenajearán las más destacadas construcciones europeas realizadas entre abril de 2021 y mayo de 2023. Siguiendo el cronograma establecido, los 40 proyectos finalistas se desvelarán en febrero de 2024, mientras que en abril se conocerán los nombres de los vencedores.
Recordemos que, en 2022, el premio en la sección de Arquitectura Emergente fue para La Borda, una iniciativa de vivienda colectiva en Barcelona. Cristina Gamboa, una de sus arquitectas, describió el proyecto como una visión para «reimaginar cómo podríamos crear un enfoque no especulativo hacia la vivienda en Barcelona y fomentar diferentes maneras de coexistir y forjar comunidad».
El Centro de día APNABI de Derio
Ubicado en el municipio de Derio, en las proximidades de Bilbao, este innovador centro de atención diurna para jóvenes con TEA se ha concebido con un enfoque centrado en la integración y capacitación del colectivo.
El centro cuenta con una superficie construida de 600 m2 y una urbanización de 6.021 m2. El edificio se estructura en dos áreas fundamentales: un espacio exterior que actúa como «plaza», y diversos talleres interiores con estructura de madera, destinados a actividades educativas y otros servicios esenciales como un espacio polivalente, zonas de descanso y convivencia, una cocina y un comedor.
El proyecto, obra de av62arquitectos, propone un diseño arquitectónico que combina talleres contenidos dentro de un volumen semejante a un invernadero, aprovechando las ventajas bioclimáticas que esto conlleva. Esta «envolvente bioclimática» ajusta automáticamente su apertura y cierre según las condiciones ambientales exteriores, optimizando la captación de radiación solar y la ventilación.
Esta característica permite mantener un ambiente confortable en los espacios de trabajo, con temperaturas que oscilan entre los 16 y 30 grados, y reduce significativamente la demanda energética.