La Virgen de Begoña no solo es la patrona de Bizkaia, sino que es nuestra «Amatxu». Además de ser su casa, la Basílica de Begoña es una de las construcciones más emblemáticas de la Villa, por lo que merece la pena indagar en su historia.
Lugar de peregrinación tanto para la ciudadanía como para turistas, su interior guarda leyendas y curiosidades que, quizás, no conocías. Adentrémonos en la casa de «Amatxu», la Basílica de Begoña.
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Construida en el lugar en el que apareció la Virgen
La Basílica está construida en el mismo lugar en el que fue encontrada la talla de la Virgen, o al menos eso es lo que cuenta la leyenda. También se dice que cuando se quiso buscar un lugar mejor para sustituir a esa pequeña ermita, la virgen pronuncio las palabras «Bego oña» (Quieto el pie), por lo que finalmente se construyó sobre ese mismo lugar.
Las obras duraron un siglo
El creador de esta obra fue Sancho Martínez de Arego, y aunque comenzó en el año 1511, la Basílica no se terminó hasta un siglo después de la mencionada fecha.
Costeada por los fieles
Las obras se costearon con las limosnas de los fieles, los cuales en su mayoría eran vecinos de la Villa de Bilbao. Es por ello por lo que los escudetes que coronan los pilares de la nave central contienen emblemas de mercaderes y gremios de la Villa.
Estilo Gótico
El estilo que caracteriza a la basílica es de gótico tardío, aunque su interior aúna más de uno.
Golpeada por la guerra
Begoña fue golpeada por la guerra varias veces, y ejemplo de ello son tanto el ataque de las tropas napoleónicas en 1808, como ambas guerras carlistas. La Basílica tuvo un papel notorio por su situación estratégica sobre la Villa, y por eso precisamente sufrió tantos daños.
La Catedral de Santiago también fue la casa de la virgen
Debido a esta importancia estratégica y a su posible destrucción, durante la mencionada época de guerras e incertidumbre, la virgen fue recogida por sus devotos y guardada en la Catedral de Santiago.
Ayudó a detener el cólera
Otra de las leyendas cuenta que «la cámara de la Virgen», situada detrás del altar mayor, ayudó a detener el cólera en Bilbao, allá por el año 1855.
Unida a la mar
Tanto la basílica como la Virgen de Begoña están muy unidas a la mar. En el pasado existía la costumbre de saludar al santuario con una salve (oración) al divisarlo por primera vez desde la ría.
Coronación en el año 1900
El 8 de septiembre de 1900, año del centenario de la carta-puebla de fundación de la villa, se realizó la coronación de la Virgen de Begoña.
Dos días marcados en el calendario
Tal y como hemos mencionado al comienzo, la Basílica es lugar de peregrinación. Sin embargo hay 2 días al año en los que esto se magnifica, uno es el Día de la Asunción de María (15 de agosto) y otro la Festividad de Begoña (11 de octubre).
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