Que el uso de la mascarilla era obligatorio en el transporte público se daba ya por sentado, pero a esta norma se suma una nueva recomendación: no hablar durante el trayecto.
El transporte público ha estado en el punto de mira durante toda la pandemia, aunque exceptuando aglomeraciones de horas punta, desplazarse en este tipo de transportes es algo bastante seguro.
El contagio por aerosoles, es decir, las partículas potencialmente contagiosas que emitimos al hablar y exhalar aire, es especialmente activo en espacios cerrados y sin ventilación. Es por ello por lo que, con la intención de reducir los contagios en estos espacios, la comunidad científica insta a no hablar en el transporte público.
María Cruz Minguillón, investigadora en aerosoles atmosféricos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), mencionaba que «sería ideal que en el metro que se guarde silencio siempre […] Si se habla por el móvil en un tono alto, por el ruido de fondo del metro, se emiten 50 veces más aerosoles […] Sin hablar y con la mascarilla bien ajustada, el riesgo baja muchísimo”.
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