En pleno Casco Viejo, y en la plaza que lleva su nombre, se encuentra uno de los templos más completos y monumentales de la arquitectura medieval vasca: la Catedral de Santiago de Bilbao.
Si bien fue construida por primera vez antes incluso que la fundación de la Villa bilbaína (año 1300), un incendio en siglo XV hizo que se tuviese que rehacer por completo. De este modo, y en el siglo XV, se construyó la que a día de hoy conocemos como la Catedral de Bilbao.
De estilo gótico, aunque con trazas de neogótico debido a sus múltiples reformas, la Catedral de Bilbao está consagrada al Apóstol Santiago, patrón de la Villa.
Múltiples reformas
Si bien ha sido reformada en numerosas ocasiones, la última de ellas en el año 2000, adentrarse en su interior y visitar las 3 naves que la forman es una visita obligada, tanto para turistas como para locales.
Tras los mencionados trabajos de restauración, la catedral se encuentra en un estado fantástico para ser visitada. De ella cabe destacar, sobre todo, un pequeño oasis que tiene en forma de claustro gótico, la Puerta del Ángel (conocida también como Puerta de los Peregrinos) o la torre neogótica.
Esta es una de las dos catedrales que tenemos en Bilbao, y aunque una le rece al fútbol y la otra al cristianismo, hablamos de dos lugares emblemáticos de la Villa que deben ser visitados.
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