Hay una calle en Bilbao que no tiene ni una tienda, ni un bar, ni un portal. No es por que esté mal situada, ni mucho menos, sino porque hablamos de la calle más corta de la Villa, la Travesía de la estufa.
Al lado de la Iglesia de San Nicolás y uniendo la calle Viuda de Epalza con la Calle Esperanza, ahí se sitúa nuestra protagonista. Lo cierto es que como ubicación es un 10, pero el problema de esta travesía son los escasos 28 metros de largo que tiene, a los cuales hay que sumarle su estrechez, que tampoco ayuda.
Podríamos decir que la Travesía de la estufa es, simplemente, una calle de conexión. A lo largo de sus 28 metros no encontrarás nada, por lo que es probable que la transites a menudo pero sin pararte en ella.
Así es la Travesía de la estufa, la calle más corta de Bilbao y un espacio transitado y desamparado a partes iguales.
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