La hostelería ha sido, sin duda, uno de los sectores más afectados durante esta crisis del coronavirus. La pandemia ha obligado a bares y restaurantes a bajar la persiana, presentándoles ante sí un futuro muy poco alentador y con la posibilidad del cierre en un horizonte con pocas luces.
Esto es precisamente lo que le pasaba al «Lar», un restaurante tradicional ubicado en una céntrica calle del centro de Bilbao que describe a la perfección lo vivido en esta última semana. El restaurante Lar de la Calle de la Amistad llevaba mes y medio cerrado y sin ingreso alguno cuando a su dueño, Miguel Justo, se le ocurrió ofrecer un bono prepago de menús a clientes habituales del restaurante.
La idea partió el 29 de abril mediante Whatsapp con la intención de que el Lar recibiese algún ingreso por parte de los clientes y que estos pudiesen disfrutar de los menús cuando el restaurante volviese la actividad. El resultado no ha podido ser mejor.
30.000 euros en 2 semanas
La respuesta a ese mensaje lanzado el 29 de abril ha sido unánime. Un total de 30.000 euros recibidos por parte de unos clientes que superaban el límite de transferencias diarias en Bizum, y una llamada del banco avisando de la cantidad de ingresos desproporcionados que estaba recibiendo desde diferentes cuentas.
La familiaridad y cercanía de este céntrico restaurante bilbaíno han hecho que Miguel haya recibido el apoyo de más de 70 personas que han colaborado con 30.000 euros a la supervivencia de este restaurante. En tiempos de distanciamiento es este tipo de cercanía la que hace que el comercio local siga vivo. Bravo.
Fotos: www.restaurantelar.es