Si hablamos de la lucha por la normalización y de los derechos del colectivo LGTBIQ+ podríamos mencionar a mucha gente. Sin embargo, si acotamos esto a la ciudad de Bilbao, La Otxoa es sin duda alguna nuestra protagonista. Historia viva de la lucha por la libertad afectiva, lleva el activismo y la igualdad por bandera, y lo hace «Con mucho… Orgullo».
Este es precisamente el nombre del último disco que ha sacado José Antonio Nielfa, más conocida como «La Otxoa» cuando está encima de los escenarios. Nacido en el barrio de San Francisco en 1947, la dictadura franquista le obligó a pasar por la cárcel debido a su homosexualidad, pero con su salida llegó el icono del movimiento gay en España.
Aste Nagusia de 1979: «Libérate»
«Libérate. Ser mariquita no es un delito, no lo calles lanza el grito».
Al son de esta letra, y hace ya 42 años, La Otxoa realizó una actuación histórica para la visibilidad y normalización del movimiento gay. Bajo una letra que animaba a liberarse, a comunicar su verdadera orientación sexual, la gente se sintió arropada, entendida.
La homosexualidad parecía algo casi inexistente en esa época, sin embargo, la realidad se escondía bajo una superficie que La Otxoa ayudó a romper y a liberar. Miles de personas se unieron a ese grito que se convertiría en todo un himno gay lleno de activismo.
La Otxoa y Bilbao, uno
Tanto sus canciones como su vida reflejan una clara unión con el Botxo. Además de ser La Otxoa encima de los escenarios, José Antonio regentó un bar que cogía el nombre de su personaje artístico, «Otxoa». Este bar fue todo un referente de la noche bilbaína y el lugar en el que José Antonio pasó las noches de más de 32 años.
José Antonio es un vanguardista, un «humorista con faldas» tal y como se define él mismo, que siempre se ha mostrado sin tapujos tal y como es. Un referente de la lucha por la normalización y visibilidad de la diversidad sexual que ha conseguido con su arte y personalidad marcar un antes y un después en la historia.
Foto de portada: La Otxoa / Facebook