En el lugar en el que antiguamente se ubicaban minas, hoy tenemos embalses y un paraje rural único a tan solo 30 minutos de Bilbao. Hablamos de las extintas minas de La Arboleda, un espacio de ocio y naturaleza en pleno Valle de Trápaga.
Su historia, sus vistas y su verde entorno hacen de La Arboleda (Zugaztieta en euskera) un lugar idóneo para desconectar de la ciudad, acercarnos a la naturaleza y adentrarnos en nuestra historia sin alejarnos en exceso de Bilbao.
Lo que encontramos hoy en día poco tiene que ver con lo vivido en el pasado, pero los colores rojizos de la piedra o las esculturas que encontramos en este paraje nos recuerdan a nuestro pasado. Y es que eso es La Arboleda, el último resquicio minero de Bizkaia reconvertido en un espacio de ocio.
Embalses
Uno de los mayores reclamos de esta zona son sus minas, o al menos el lugar en el que estas se encontraban. En estas localizaciones encontramos en la actualidad lagunas artificiales, lugares en los que aunque el baño no está permitido, el color de sus aguas nos empuja a acercarnos y a contemplarlas.
Alrededor de estas lagunas encontramos un lugar idóneo para caminar, un espacio natural en el que predominan el verde y el pasado minero. La antigua explotación nos deja un entorno con terrenos irregulares y con diferentes esculturas que nos acompañarán a lo largo de un paseo por el pasado de Bizkaia.
Una inmersión mediante monumentos
La relación entre La Arboleda y su pasado minero es evidente, y es que para darnos cuenta de ello solo necesitaremos un pequeño vistazo. En su irregular terreno encontraremos, además de las mencionadas lagunas, varios monumentos que nos acercarán a su historia.
Las vagonetas que se utilizaban para extraer minerales son el ejemplo perfecto de la inmejorable unión entre el actual espacio de ocio y su pasado. Un pasado en el que, si quieres, podrás ahondar aún más gracias al Museo de la Minería situado a escasos 10 minutos en coche de La Arboleda. Un extra que te permitirá adentrarte de lleno en la historia de un núcleo urbano que antiguamente vivía exclusivamente de las minas.
Para llegar, un funicular de 1926
Otra de las razones por las que merece visitar La Arboleda, y el cual recomendamos utilizar, es el funicular de Larreineta. Un medio de transporte construido en el año 1926 que tiene su origen en, cómo no, la industria minera.
Este histórico funicular une la parte baja del valle con el barrio que le da nombre. Desde aquí comenzará un agradable y corto paseo de, aproximadamente, 1 kilómetro hasta nuestro destino.
Es por ello por lo que el funicular es la opción idónea para adentrarnos en esta inmersión a nuestro pasado y a La Arboleda, el último resquicio minero de Bizkaia.
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