El Ayuntamiento de Bilbao cerrará al tráfico el tramo entre la plaza Circular y Alameda Urquijo. A partir del año que viene, y al igual que sucede en el contiguo que va hasta Moyúa, en este espacio solo podrá transitar el transporte público o las bicicletas.
Tal y como anunció el concejal de Movilidad y Sostenibilidad, Alfonso Gil, en 2022 llegará una nueva semipeatonalización a la Gran Vía bilbaína. Para ello, precisamente, hay una partida de 728.000 euros con la que se pretende acometer este proyecto antes de la finalización del próximo año.
Aunque se trate de un espacio de pequeñas dimensiones, esta novedad supondrá un notable cambio en la circulación. Debido a ello, los vehículos que procedan de Hurtado de Amézaga deberán continuar por Buenos Aires, girar por Ibáñez de Bilbao e ir por Mazarredo para continuar por Alameda Urquijo.
Moyúa, al margen
Junto a esta novedad, que forma parte del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), en los últimos años también se ha estudiado la posibilidad de hacer lo propio con Moyúa.
Esta última reestructuración, sin embargo, traería un giro de 180 grados a la circulación del corazón de la Villa. Debido a este drástico cambio, el Ayuntamiento ha desechado, por el momento, realizar esta actuación.
De todos modos, lo que está claro es que 2022 será un año de lo más importante en cuanto a la movilidad y la apuesta de Bilbao por crear una ciudad más ecológica y en la que se priorice la peatonalización y el transporte sostenible.
Foto de portada: Tommie Hansen / Wikmedia Commons