Las placas de las calles de Bilbao son únicas, y su elaboración también lo es. Ahora, sin embargo, las que estén deterioradas o se instalen en nuevas vías no seguirán el mismo patrón que las actuales. Serán menos ovaladas y no tendrán el símbolo monárquico ni las ramas de laurel y olivo.
El Ayuntamiento ha sacado a licitación el mantenimiento de las placas, y durante 3 años irá sustituyendo las más deterioradas por unas nuevas que seguirán el modelo que se aprobó en 2016. De este modo, se prescindirá de un escudo que tenía dentro de su composición tanto a la la corona añadida por Fernando el Católico en 1475, como a las ramas de laurel y olivo añadidas en 1874.
La sustitución no será general, esto es, solo se hará en las placas que estén muy deterioradas o las que se coloquen en las nuevas vías. Las que estén menos dañadas, grafiteadas o con pegatinas, recibirán un trabajo de repaso y restauración.
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